miércoles, 17 de octubre de 2012

Película “Monseñor Romero”






Año: 1989
Productora: Paulist Pictures. PG-13
Largometraje: 1 hr., 35 min., en Inglés
Director: John Duigan
Productor: Ellwood Kieser
Productores Ejecutivos: Lawrence Mortorff y John Sacret Young
Guión: John Secret Young
Cinematografía: Geoff Burton
Música original: Gabriel Yared
Actuaciones estelares: Raúl Julia, Richard Jordan, Ana Alicia, Eddie Velez, Alejandro Bracho, Tony Plana, Harold Gould, Lucy Reina, Robert Viharo, Martín LaSalle.


Contexto de la Película


La película transcurre en un contexto de plena guerra civil en El Salvador. Éste fue un conflicto bélico interno, ocurrido en el país centroamericano, en el que se enfrentaron, el ejército gubernamental, la Fuerza Armada de El Salvador, (FAES), en contra de las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). 

El conflicto armado nunca fue declarado en forma oficial, pero se considera usualmente que se desarrolló entre 1980 y 1992, aunque el país vivió un ambiente de crisis política y social durante la década de 1970.

El número de víctimas de esta confrontación armada ha sido calculado en 75.000 muertos y desaparecidos. El conflicto armado concluyó, luego de un proceso de diálogo entre las partes, con la firma de un acuerdo de paz, que permitió la desmovilización de las fuerzas guerrilleras y su incorporación a la vida política del país.

Durante la década de 1970, El Salvador se transformó progresivamente en un hervidero social. La falta de libertades, la abismal brecha entre ricos y pobres (el 10% de la población disfrutaba del 80% de las riquezas del país), sumados a la creciente tensión internacional entre occidente y el bloque comunista, contribuían a caldear el país.

1970: Surgieron las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí" (FPL), una escisión del Partido Comunista Salvadoreño (fundado en 1930). 

Febrero de 1971: el "Grupo", una organización formada por estudiantes universitarios, (antecedente del Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP) secuestró y dio muerte al empresario Ernesto Regalado Dueñas, en la primera acción armada de un grupo de izquierda revolucionaria. 

20 de Febrero de 1972: En las elecciones, la oposición civil conformó la coalición denominada Unión Nacional Opositora (UNO) que presentó como candidato presidencial, al ex alcalde de San Salvador, José Napoleón Duarte. Luego de los comicios, el Consejo Central de Elecciones, declaró ganador al candidato oficial, Coronel Arturo Armando Molina. La UNO realizó denunciadas reiteradas sobre un fraude electoral de grandes proporciones.


25 de marzo de 1972: En protesta por el fraude, un grupo de jóvenes militares trató fallidamente de dar un golpe de estado. El fracaso de la oposición electoral contribuyó a acelerar el proceso de radicalización social y a engrosar las filas de las recientemente fundadas organizaciones guerrilleras.


Febrero de 1977: En un nuevo proceso electoral calificado como fraudulento fue elegido presidente el general Carlos Humberto Romero.

1975-1979: se constituyeron las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN), como escisión del ERP y en 1976 surgió el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos. Estos grupos armados mantuvieron una relación de cooperación con las organizaciones obreras, campesinas y estudiantiles (los llamados frentes de masas). Para financiarse los nacientes grupos guerrilleros recurrieron a los secuestros de empresarios y funcionarios públicos como los de Roberto Poma (secuestrado por el ERP) y Mauricio Borgonovo Pohl (secuestrado por las FPL), ambos acontecidos en 1977. El gobierno de Molina y el de su sucesor Romero trataron de contener el crecimiento de los movimientos de izquierda con la represión ejecutada por los cuerpos de seguridad y el grupo paramilitar ORDEN. A fines de los años setenta los grupos paramilitares sumaban unos 100.000 miembros armados. Hubo asesinatos selectivos de maestros, dirigentes campesinos y sindicales y estudiantes universitarios y represión de manifestaciones públicas, como la disolución de una marcha estudiantil el 30 de julio de 1975 y la llamada “Matanza de las gradas de la Catedral” el 8 de mayo de 1979.

Hacia 1979, la violencia entre el gobierno derechista y la oposición izquierdista generó en una guerra civil.


La incidencia que ejerció Monseñor Romero sobre la sociedad gracias al cambio en su actitud, puede notarse en algunos actos y momentos tales como:

• El apoyo que les brindaba a los más necesitados, impulsó a que varios de ellos (como la mujer asesinada y violada) se animaran a rebelarse y defender sus propios derechos ante las agresiones y prohibiciones que recibían por parte de los militantes.
• Ante la muerte del Padre Rutilio Grande, el arzobispo reaccionó a este asesinato convocando a una misa única, para mostrar la unidad de su clero. Esta misa se celebró el 20 de marzo en la plaza Barrios de San Salvador, a pesar de la oposición del nuncio apostólico y de otros obispos.
• Luego de tantos pedidos en sus homilías, donde declaraba las injusticias y delitos que estaban cometiendo los militares, Monseñor Romero publicó, en agosto de 1978, una carta pastoral donde afirmaba el derecho del pueblo a la organización y al reclamo pacífico de sus derechos.
• Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. 
• Romero fue símbolo de unión con los pobres durante la guerra en El Salvador (1980-1992). Actualmente es considerado como un símbolo de la iglesia católica en El Salvador, y de otras partes del mundo. 
• Muchos músicos populares también dedican sus arreglos musicales en memoria de la labor que él condujo a través de los años en su labor pastoral, dentro de esos cantos están: “Monseñor Romero, profeta, mártir y pastor”.
• Se creó también, una fundación que contribuye no solo a rescatar los valores del evangelio a los más necesitados sino además a desarrollar actividades socioculturales de formación y acompañamiento a otras organizaciones populares cuyo nombre es "Fundación Monseñor Romero"

Monseñor Romero

Principios Fundamentales de la Teología de la Liberación


Algunas de las ideas de la Teología de la Liberación son:

  • Opción preferencial por los pobres: Este hecho puede observarse en la película ante el accionar de los sacerdotes por parte de la Iglesia, buscando siempre darles aunque sea lo mínimo e indispensable que necesitaran para mejorar su condición de vida, además de su apoyo y compañía diarios, donde compartían actividades rutinarias (como jugar con los niños, tomar algo con ellos, dar paseos, etc). Por otra parte, Monseñor Romero y el resto de los sacerdotes siempre arriesgaban su vida con tal de poder realizar el ejercicio sacerdotal, es decir, dar misa para toda aquella gente que depositaba toda su fe en Dios y sus creencias como base y apoyo de su vida.
  • La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre: Durante esta época, las libertades eran más limitadas de lo que actualmente las conocemos.
  • Eliminar la explotación, la falta de oportunidades e injusticias de este mundo: Si bien las injusticias ocurridas en la época eran demasiadas, la gran mayoría de las personas (sin importar la condición económica) se veían afectados. Así, ocurre con todos los creyentes de baja condición social, a quienes asesinaban si no apoyaban los ideales planteados por los militantes y el gobierno en sí. De la misma forma, ocurrió con el esposo de la mujer a quien Monseñor Romero ayudó. Por lo tanto, las desgracias eran constantes, habiendo muchos secuestros, desaparecidos, muertos, agredidos y heridos. Por esta razón, los sacerdotes dedicaban su vida a brindarles apoyo y acompañar a estas personas que los necesitaban junto a ellos, porque eran su único fuerte de apoyo (al menos al principio, cuando los integrantes o representantes de la Iglesia no podían ser agredidos). Todas estas situaciones de injusticia, fueron las que impulsaron al cambio de accionar de la Iglesia, actuando siempre de modo pacifista pero no quedándose atrás al momento de hablar, ya que cada vez aumentaba aún más el grado de agresividad para con la gente. Por esta razón, siempre Monseñor Romero acudía a los lugares donde sabía que estaba ocurriendo un grave hecho, trató de llegar a un acuerdo con el Gobierno, entabló conversación con militantes para llegar a acuerdos futuros pacíficos y hasta hablaba de alcanzar la paz entre ambos, la falta de violencia, en las misas y encuentros pastorales que realizaba; siempre tratando de evitar la agresividad y, aún más, el uso de armas.
  • La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana.
  • La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios de que la pobreza es un pecado social.
  • No solamente hay pecadores, sino que hay víctimas del pecado que necesitan justicia y restauración: Entre los pecadores a mencionar en la película, y visto desde el lado de los sacerdotes, eran todos aquellos que agredían, torturaban, asesinaban y maltrataban a las personas, violando su propiedad privada y  personal (como el caso de la mujer a la que ingresaron a su hogar durante la noche, violaron, cortaron la lengua y asesinaron luego) afectándolos en todos los aspectos posibles. Claramente, las víctimas son los recientemente mencionados, incluyendo también al final de la película a la Iglesia, a quien al principio se le tenía respeto pero que poco a poco, fue perdiendo su autoridad,
  • Amor al hermano y la paz en una situación de violencia institucionalizada: Si bien la Iglesia veía como agredían a muchos seres humanos inocentes, y luego debió sufrir propias pérdidas ante la falta de respeto también con sus representantes, nunca actuó de manera violenta y agresiva en cuanto a armamento. Por lo tanto, siempre buscó el camino de la paz, de las soluciones simples, por medio de la palabra (aunque a veces resultara más difícil de lo que pareciera, y tuvieran que ingresar a determinados lugares para lograr su objetivo) y no de los ataques, a pesar de la violencia general que existía y de las constantes amenazas que recibían. De hecho, era tan grande la colaboración que tenían con la sociedad, que en vez de huir del problema y auto protegerse, decidieron oponerse y apuntar hacia el bienestar, la compañía de los necesitados tanto en los buenos y malos momentos que vivían.
  • Misión de la Iglesia- la evangelización liberadora: Se señala que “la Iglesia, del modo más urgente debería ser la escuela donde se eduquen hombres capaces de hacer historia de nuestros pueblos hacia el Reino”(Puebla 274). Este llamado y necesidad se hacían más apremiantes, ya que la situación de injusticia institucionalizada se había agravado en los pueblos en la película. Así se recoge y se manifiesta según la teología de la liberación cómo el Señor llama a la liberación. Liberar, hacer la justicia, es hoy el modo verdadero de amar a Dios y los hermanos; que es la actitud que tomaron los sacerdotes de manera pacífica ante la situación dura que se estaba viviendo del lado de la pobreza y agresividad constante.

Representantes Destacados


Sus representantes más destacados son los sacerdotes Gustavo Gutiérrez Merino (peruano), quien en 1973 editaría el primer libro sobre el tema “Historia, política y salvación de una teología de liberación”, Leonardo Boff (brasileño), Camilo Torres Restrepo (colombiano), Manuel Pérez Martínez (español) y Monseñor Romero (célebre por su predicación en defensa de los Derechos Humanos, y asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral).

Leonardo Boff




Manuel Pérez Restrepo

Expansión

Muchos sacerdotes y agentes de pastoral practican y aceptan los supuestos de esta teología en varios países de América Latina. La Iglesia Católica actualmente no apoya la Teología de la Liberación, argumentando que sus orígenes Marxistas no son compatibles con el Evangelio.


El movimiento de la Teología de la Liberación tuvo en sus inicios una fuerte inspiración Vaticana, no en vano, nació al amparo del Concilio Vaticano II. Durante cerca de veinte años se expandió por toda América Latina sin que hubiese críticas por parte de la jerarquía romana. Sin embargo, esta situación va a cambiar.


El Papa Juan Pablo II solicitó de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entonces presidía el cardenal Ratzinger, que investigase a los teólogos de la liberación. Como consecuencia de estos estudios se publicaron en 1985 dos textos: Libertatis Nuntius y Libertatis Conscientia. En ellos se llegaba a algunas conclusiones:


1 - Desde un punto de vista teológico, el análisis marxista no es una herramienta científica para el teólogo, que debe, previo a la utilización de cualquier método de investigación de la realidad, llevar a cabo un examen crítico de naturaleza epistemológica más que social o económico.


2 - El marxismo es, además, una concepción totalizante del mundo, irreconciliable con la revelación cristiana, en el todo como en sus partes.


3 - Esta concepción totalizante impone su lógica y arrastra la Teología de la Liberación a un concepto de la praxis que hace de toda verdad una verdad partidaria, es decir, relativa a un determinado momento dialéctico.


4 - La violencia de la lucha de clases es también violencia al amor de los unos con los otros y a la unidad de todos en Cristo; es una concepción puramente estructuralista, para legitimar esa violencia.


5 - La nueva hermenéutica de los teólogos de la liberación conduce a una relectura esencialmente política de las Escrituras y a una selectividad parcial en la selección de los textos sacros, desconociendo la radical novedad del Nuevo Testamento, que es liberación del pecado, la fuente de todos los males.


6 - También entraña el rechazo de la Tradición como fuente de la fe y una distinción inadmisible entre el "Jesús de la Historia" y el "Jesús de la Fe", a espaldas del magisterio eclesiástico.


Lo cierto es que a partir de este momento las relaciones de la jerarquía con los teólogos de la liberación cambia. Se inicia la época de las críticas y las sanciones a sus representantes. Es la época de la reprimenda a Ernesto Cardenal, de la excomunión a Manuel Pérez… y más recientemente, las sanciones a Leonardo Boff o Jon Sobrino.

Origen

Teología de la Liberación

Es una corriente teológica que nació en el seno de la Iglesia católica en Latinoamérica tras el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín (Colombia, 1968). 
La palabra "liberación" la usan como sinónimo de "salvación" al mismo tiempo que distorsionan el concepto. La salvación del hombre ya no es como la Iglesia nos ha enseñado, el triunfo final del hombre al entrar al cielo, sino la liberación de la clase oprimida al vencer a los opresores, es decir, los ricos.
La Teología de la Liberación intenta responder a la cuestión de cómo ser cristiano en un continente oprimido, y a preguntas como "¿Cómo conseguir que la fe no sea alienante sino liberadora?".